Brinkmann Nyquist
información y musicalidad
Normalmente soy reacio a hacer reviews. Principalmente porque las circunstancias de escucha involucran numerosos dispositivos en la cadena de sonido y eso supedita la prueba a las posibilidades y características de esa cadena.
Dicho esto, y en este caso, tuve oportunidad de escuchar y comparar el Brinkmann Nyquist con diferentes DACs, en diferentes setups y en diferentes condiciones, de modo tal que si bien no me es posible establecer una conclusión absoluta (y convengamos que nunca lo es), si es posible establecer una tendencia general.
Hace algunos años pude comparar mano a mano, es decir con la misma clase de variables involucradas a favor y en contra, un Chord DAVE y un Hugo TT2. El primero me pareció absolutamente increíble en sus detalles, en la cantidad de información, el segundo me pareció un poco más cálido.
Puesto decidir elegí el TT2 por esa pizca extra de calidez y, por supuesto, la diferencia de precio dijo lo suyo. También en ese momento me hubiese encantado disponer de un dispositivo que tuviese la precisión del uno y la calidez del otro. Por supuesto no lo había.
En la solución de esa dicotomía me encuentra el Brinkmann, sorprendiéndome al resultar, en cada comparación, en diferentes sistemas y con diferentes DACs, en cada caso, a la vez el más informativo y el más musical.
Quizá esto significa decir, de un modo descriptivo, que el Brinkmann se encuentra en una categoría superior a todo lo habitual, una categoría cuyo lugar se encuentra entre los DACs mainstream, aquellos a los que los mortales podemos acceder, y las Vacas Sagradas, cuyo precio es prohibitivo.
Digo esto sin hacer nombres ni marcas porque, interesantemente, en precio se ubica a mitad de camino entre los primeros y los segundos, con los que, curiosa e interesantemente, habitualmente se lo compara.
En esa extraña categoría intermedia y vacía de opciones que se extiende desde lo adquirible a lo incomprable, con el flagship de Chord en un extremo y los CH Precisions y los Vivaldis en el otro, este producto de Brinkmann planta bandera, con autoridad propia, y con una deliciosa musicalidad como premisa central.
Si algún DAC es capaz de seducir a un amante del sonido analógico, sin duda, es éste.
Todos los DACs entregan sonido, con mayor o menor calidad.
El Nyquist, canta.